Análisis: ¿Crisis hídrica o ineficiencia estatal?

Según el Gobierno, San Juan está atravesado la peor crisis hídrica de la historia, sin embargo, poco resuelve con inversiones a los sistemas de distribución de riego. Mientras tanto, culpa a los sectores productivos que generan puestos de trabajo e inyección monetaria en la provincia.

El cronograma de riego y corta significa la administración del recurso hídrico, tema sensible y relevante en San Juan desde siempre. Desde 2022, se ejecuta la Mesa Permanente de la Gestión Integrada del Agua que busca “optimizar el manejo de la eficiencia hídrica”. Pero ¿es realmente necesaria esta Mesa del Agua atestada de integrantes? Nuestra Provincia ya cuenta con dos leyes que no dejan lugar a dudas sobre las políticas de distribución hídrica y los roles que desempeñan cada uno de los agentes que intervienen en el tema, a saber, la Ley Provincial N°886, referida a la creación del Departamento de Hidráulica, y la Ley Provincial N° 4.392 que establece el “Código de Aguas de San Juan”.

El discurso del Gobierno sanjuanino para justificar la ineficiencia en la gestión de los recursos versa en torno a lo mismo: “sufrimos la mayor sequía en la historia”. Sin embargo, a diferencia del año pasado, el dique Caracoles tiene la misma cota que el período anterior, el dique Punta Negra está en la cota 921, 12 puntos más de los 909 indicados en 2022; y el dique de Ullum mantiene relativamente el promedio, con un 749.5 para 2023. A partir de estos datos pueden sacarse las siguientes conclusiones: y es que a nivel hídrico estamos igual o mejor respecto al 2022. ¿Cómo se complica el panorama? Para generar energía eléctrica se necesitan cotas mayores que lo destinado a producción, por lo tanto, la decisión política se centra en priorizar la generación por sobre la producción agrícola.

Desde esa lógica, representantes gubernamentales se sientan a discutir sobre la corta total de riego por monda, que se da históricamente durante el invierno, sin contemplar la diversidad de cultivos que abarcan todo el territorio y los requerimientos vitales de agua para cada uno, puesto que sus ciclos y suelo son completamente distintos.

En el caso de la vid, la corta total de agua en invierno resulta mortal, puesto que es el conductor de oxígeno a la planta y sin él, empieza a generar dióxido de carbono que luego repercute en el crecimiento de las raíces, tamaño, cantidad y calidad de los cultivos, entre otros factores. Según Andrés Roca, productor y presidente de la Junta de Riego en Caucete, este departamento cuenta con un gran porcentaje de uva temprana y el agua es fundamental en la época de brotes.

Esta necesidad fue expuesta ante autoridades del Departamento de Hidráulica y, en consecuencia, pidieron adelantar una semana el corte por la monda, respecto al cronograma publicado, para luego trasladarla a fines de septiembre, en donde cierra el año calendario del agua (del 1 de octubre al 30 de septiembre). “Con esta semana más de abril, nos aseguramos el riego post cosecha de todos los departamentos, dado que es tan o más importante que la precosecha; en ese momento la planta desarrolla las raíces y se preparara la brotación del año siguiente”, cuenta Andrés. La respuesta de los agentes provinciales fue un contundente “no” al pedido de los productores, sin mayores explicaciones.

Nicolás Yanzón es presidente de la Junta de Riego de Sarmiento y, como cada productor, se alarma con las dramáticas mermas en los niveles de producción de la provincia. Explica que el eje de los problemas radica en la deficiente administración de los fondos públicos de Hidráulica. Está calculado que en el sistema de distribución vigente se pierde alrededor de un 40%; si este porcentaje no se derrochara, en lugar de erogar 38m3 por día, que es lo apto para distribuir entre los distintos consumos, debería hacerlo un 40% menos. “Si se hace el cálculo anual, ese recupero del agua nos permitiría regar perfectamente sin cortas tan graves y durante todo el año. El tema es que no hay inversiones en el sistema de distribución, que está obsoleto, no tiene mantenimiento y no hay planificación de mejora”, sostiene. “Si yo tengo 100 ha con derecho a agua, Hidráulica me debe entregar 30 litros por segundo; la Ley es clara, no deja dobles interpretaciones”, argumenta. Si bien la mayoría de los canales son de hormigón, las juntas carecen de mantenimiento y llegan a crecer árboles completos en su interior. “Además, otro factor decisivo es la falta personal en el Departamento de Hidráulica; mientras hacia principios de los ’90 trabajaban cerca de 2000 personas, hoy no llegan a 400”, ejemplifica.

Hace más de 20 años que no existe una decisión política de invertir en el mantenimiento y mejoras en la red de distribución de riego; sumado a la falta de créditos blandos para que los productores puedan invertir en sistemas que efectivicen el uso del agua. Sin una planificación a mediano y largo plazo, la inversión se licúa en soluciones parches que nunca hacen a la eficiencia real de todo el sistema.

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