Mercado en EE.UU.: La industria vuelve a tener la competencia por la uva del mosto

La Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto (Cafem) informó que, tras arduas negociaciones con el Departamento de Comercio de Estados Unidos, finalmente se ha conseguido destrabar el conflicto iniciado por la denuncia de dumping y subsidios, en noviembre de 2022. A partir de este tratado, el mosto o JUC volverá a ingresar al mercado estadounidense sin la aplicación de las medidas compensatorias impuestas previamente, bajo un cupo máximo de 40.000 toneladas.

El Gobierno Nacional será el encargado de otorgar los permisos a las empresas exportadoras para alcanzar dicho tope. Asimismo, se entiende que, mientras se encuentre bajo investigación, es vital salvaguardar cualquier error comercial que afectara el pacto de confianza entre ambos países.

De esta manera, se retrotrae la dura penalización que sufriera la industria del mosto, tras una denuncia por supuesto “dumping y subsidios” en su comercialización con Estados Unidos, principal receptor de las exportaciones de ese producto, ya que alcanza el 38% del total de ventas argentinas. Por ello, ese país había determinado de manera preliminar una drástica suba de los aranceles, que alcanzaban entre un 12% y hasta un 30% para ingresar al mercado estadounidense, en comparación con el 8% anterior.

Estos nuevos gravámenes generaban una notoria pérdida de competitividad en el sector; una producción argentina de mosto concentrado que se ha convertido, en los últimos años, en una potencia a nivel mundial: se ha triplicado su elaboración y ha convertido al país en el mayor despachante en volumen y el segundo en facturación, con picos de 200 millones de dólares anuales, detrás de España. Particularmente, nuestra región se vio seriamente comprometida, ya que el total de mosto de exportación se concentra en San Juan y Mendoza.

El conflicto inicia con la presentación que hizo una firma de aquel país en el organismo de Comercio a fines de 2021 contra la industria del mostro concentrado argentino, por supuestas exportaciones a un precio inferior al que se vende en ese mercado interno, además de hacerlo con diversos beneficios y asistencias estatales. En ese entonces, la réplica formal se estableció en base a la realidad económica y financiera de nuestro país, y es que la inflación genera sobre los costos una evolución que el precio de venta no acompaña. Esto es porque el precio de la uva se ajusta por el incremento del tipo de cambio, mientras que los costos lo hacen por inflación IPC; el tipo de cambio evoluciona desfavorablemente respecto al IPC y genera desequilibrio.  Si bien aún resta formalizar el resarcimiento a la empresa afectada, desde la Cámara del Mosto se mostraron optimistas al respecto.

Sí rescataron que es fundamental una modificación en la estrategia comercial, es decir, la venta en consignación. Por ello, todas las entidades y productores que forman parte de la cadena del mosto solicitamos que se abstengan de continuar con este tipo de manejo, ya que nos vemos seriamente afectados y, de ser así, el conflicto inevitablemente resurgirá.

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